Un efecto negativo de los viajes es que, por circunstancias facilmente comprensibles, abandonamos algunos habitos de lectura. Resulta dificil, viajando constantemente, arrastrar la correspondencia, las revistas y los suplementos en las maletas repletas de recuerdos y utiles.
Nos sumergimos tanto en el paisaje, en el detalle mas pequeño y nimio, que nos dejamos fascinar por la imagen de lo aparentemente nuevo y, entonces, dejamos de observar lo que esta sucediendo.
Un buen ejercicio que puede mejorar el nivel de informacion , y de comprension, consiste en recuperar las lecturas perdidas/atrasadas, o al menos una parte de ellas, tratando de ampliar la vision periferica de la situación que nos envuelve.
Os propongo ver este simpatico ejercicio, con su carga de profundidad incluida.
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